¿Puede un depredador invasor cambiar la morfología de una especie nativa?

Curiosa pregunta la que me planteo en la entrada de hoy. Para responderla nada mejor que un artículo publicado en la revista Ecosistemas. En este artículo, los autores comprueban como las señales químicas que los depredadores acuáticos (kairomonas) afectan a la morfología de los renacuajos de los anfibios. En principio, las especies nativas han coevolucionado con las señales químicas emitidas por los depredadores nativos y las pueden detectar (algo parecido a nuestra capacidad de oler un aroma). Pero al poner los renacuajos en presencia de una especie exótica de depredador estos cambios no se produjeron. Parece por tanto muy lógico pensar que esas kairomonas de especies exóticas sean compuestos nuevos para las presas potenciales. Los renacuajos acortaron su longitud corporal en presencia de larvas autóctonas de libélulas, pero no en presencia del cangrejo rojo americano. Este cambio morfológico reduce la probabilidad de ser depredado por las larvas de libélula, y se ha comprobado que estos cambios inducidos por la libélulas también reducen la probabilidad de ser depredados por cangrejos, curioso ¿verdad? Parece que los efectos de las especies exóticas en las relaciones químicas que permiten las interacciones en los ecosistemas son altamente complejas y que este "mundo invisible" esconde muchas cosas por descubrir.

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