Cuando los espermatozoides de los machos ya no sirven para mucho: el caso del caracol acuático del cieno de Nueva Zelanda

Cuando una especie presenta reproducción sexual está claro la importancia de que los machos presenten espermatozoides con características adecuadas para cumplir su función. No obstante, cuando una misma especie presentan poblaciones sexuales y asexuales (en este último caso pueden ser hembras partenogenéticas, es decir las hembras se reproducen sin necesidad de machos produciendo nuevas hembras) es obvio que los espermatozoides no son de utilidad. No obstante, en ocasiones esas poblaciones de hembras partenogenéticas producen algún macho, pero esos machos no están sometidos a presiones selectivas para producir unos espermatozoides vigorosos y funcionales que puedan cumplir su función reproductiva. En un reciente trabajo, un grupo de investigadores de la Universidad de Iowa ha comparado los espermatozoides producidos por machos de poblaciones sexuales de caracoles del cieno de Nueva Zelanda (Potamopyrgus antipodarum) con poblaciones asexuales de esta misma especie. El resultado ha sido claro, los espermatozoides son morfológicamente diferentes, siendo la morfología de poblaciones asexuales anormal en cuanto a su forma. Parece claro que la ausencia de presiones selectivas en estos machos (en realidad sus espermatozoides no tienen utilidad en esas poblaciones asexuales) hacen que la deriva genética y las mutaciones sean los mecanismos de cambio evolutivo frente a la selección natural de las poblaciones sexuales. De nuevo la selección natural ayuda a explicar la gran mayoría de fenómenos que se observan en los ecosistemas naturales.




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